La Historia de Villargordo del Cabriel está marcada por los diferentes asentamientos culturales a lo largo de los siglos. Íberos, romanos y árabes ocuparon este territorio dejando cada uno, su marca y su identidad propia.
De la época íbera encontramos poblados fortificados en los cerros de la Peraleja, del Castillete y del Pajazo y en el Mogorrito. Además de, las cuevas-santuario en el Puntal del Horno Ciego y la Cueva Santa, y poblados como el Carrascal, los Almendros, los Pocicos, los Tollos del Moluengo y la sierra del Rubial.
De época romana se conocen las ruinas de villas rústicas en Casa Zapata y los Llanos de Arriba. De la época árabe destacan principalmente, sus entramadas calles estrechas e irregulares, ejemplo típico de la época hispano-musulmán.
Tras la Reconquista, fue aldea de la Villa de Requena, de la que se emancipó el 1 de agosto de 1747, previo pago de 825.000 maravedís a Fernando VI, que a través de una Carta Real le concedió el Villazgo.